¿Cómo funciona un ventilador de Techo falso plafón?
Los ventiladores de techo para falso plafón pueden representar el 30% o 40% de la pérdida de calor del cuerpo humano, es posible gracias a que a través de 2 mecanismos que son:
- La Evaporación que se produce cuando el agua se evapora y para hacerlo necesita absorber calor de nuestro cuerpo, que se enfría durante el proceso.
- La Convección cuando el aire caliente sube hacia el techo -al ser menos denso- y una vez se enfría vuelve a bajar hacia el suelo.
Un ventilador de techo de falso plafón produce una brisa que nos da una sensación de frio, este efecto se le conoce como “efecto de frio por brisa”. Esta corriente de aire sobre la piel favorece la evaporación, y por lo tanto la pérdida del calor, produciendo una agradable sensación de frescor sobre todo en los días calurosos de primavera y verano.
Entonces un ventilador de techo de falso plafón no enfría el aire, si no que actúa sobre las personas, por lo tanto no tiene mucho sentido dejar un ventilador de techo enchufado en una habitación vacía.
Es recomendable tener ventiladores de techo de falso plafón en zonas o habitaciones con temperaturas cálidas por encima de los 30°C esto puede ser en:
- Escuelas
- Salas de juntas
- Show rooms
- Oficinas
- Auditorios
- Laboratorios
- Casa habitación
- Dormitorios
- Comedores y salas de espera
- Baños
Son un método muy efectivo y económico de climatización ya que entre sus ventajas se encuentran:
- Refrescar sin provocar sequedad ni corrientes de aire molestas
- Son silenciosos
- No provoca sequedad de garganta ni de ojos, ni resfriados debido a corrientes de aire frías
- Su instalación es muy sencilla.
- Evitan la intrusión de moscas y mosquitos gracias a que es incomoda la corriente de aire generada por el ventilador para ellos
- Son discretos y estéticos
- Un ventilador de techo es la mejor opción de climatización para las noches cálidas de invierno o verano. Además, altamente recomedados para habitaciones de bebés, donde según algunos estudios el efecto beneficioso de la circulación del aire puede reducir el riesgo de muerte súbita en un 72%.
- Dispersan los olores, el humo y el calor
- Evitan que la humedad se estanque, ayudando a que las paredes se sequen más rápido y dificultando la aparición de moho.